jueves, 22 de enero de 2009

Y salio nomas el auspicio che.

Esteban Aguirre toma cerveza 
mientras escribe su columna. 
He ahi la respuesta a su pregunta.

Quien se cree Esteban Aguirre que es para contarte esto? 
La verdad que nadie, está bueno nomas alguna vez sentirse "auspiciable" en esta vida.

Compre una...(o dos o tres, en realidad viene en 3 presentaciones) hoy mismo.

Unico y Exclusivo punto de venta.

Con su mismo Consumismo

jueves, 8 de enero de 2009

Puntos suspensivos.

Vamos por el principio.

Yo pensé que...

Me hallo todo mal.

En épocas de guerra...

Mano a mano sin remera.


¡Hay vida después del Marketing!

Hay nomá lo que é así, y hay lo que no é.

Yo mismo Soy. Ayayay compadre!

"..."

Parecer, no ser.

Cualquier parecido con la coincidencia es pura realidad. Ahí va...

Nacido en Asunción/PY el mismo verano que la primera tele a colores fue enchufada sobre tierra roja, Esteban Aguirre pasó los años niños de su vida calentando su ombligo con el calor technicolor que esa caja mágica emanaba (El invierno todavía existía en aquel entonces).


Fascinado y curioso de todo y de todos, creció con un hambre de conocimiento y una inclinación casi criminal hacia la hipérbole o “híper-bola” según los condiscípulos colegiales que lo conocían mejor. El supo tomar estos motes con una sonrisa peligrosamente benigna muy a lo Mister Miyagi, la cual enviaba un único e universal mensaje: “Seguí nomás farreándome que cuando menos te esperes te ahorco con mi yo-yo de Coca Cola®”. Al poco tiempo comprendió que esa “hipérbole” era y es el principal recurso retórico de ese deporte extremo llamado Publicidad, el cual Aguirre estaba mirando con cada vez mas cariño.


Anécdotas cuentan, que de niño Aguirre cuestionaba constantemente el hecho de que la letra E lleve solo tres rayas horizontales cuando claramente había espacio para muchas mas, “17 por lo menos, isshh!” y se negó a firmar su nombre de cualquier otra manera durante su controversial paso por la escuela primaria. Según él, aquello que PacMan comía tan vorazmente eran todos los puntos suspensivos del mundo y que el tofu, los paréntesis y la vergüenza ajena eran todas mentiras. Detalles como estos le costaron varias visitas a la oficina de la psicopedagoga del colegio que a la vez le costaron a la psicopedagoga del colegio varias visitas al bar más cercano. 


Uno tío neurólogo, maravillado al verlo a Aguirre encarar solo un sube y baja en algún lejano asado familiar, lo describió elocuentemente, “Parecería que el lado creativo de su cerebro le quiere cagar a patadas al lado analítico”. Estas idas y venidas fueron forjando el carácter y la visión periférica de la mente del futuro publicista. Es esa misma visión periférica con  la que hoy día observa al mundo que lo rodea, mientras muy sigilosamente trata de rodear él a ese mundo.


El vertiginoso acercamiento a la tercera década de su vida nos presenta un Esteban Aguirre chef, actor, intrépido columnista, esgrimista aficionado, feliz esposo y transpirador de la gota gorda en el rock n´roll del mundo de los negocios que es la publicidad; formando con su socio y secuáz Manuel “Killer” Peña, una sociedad que solo puede ser descripta si la música de Lobo del Aire empieza a sonar en el fondo y ese lastimosamente no es el caso.


Para muchos la vida se define en la respuesta que elegimos darle a una sola pregunta: Aire o Ventana? E.A. viene a proponer la búsqueda de una opción C, en parte quizás porque este hombre transita el tiempo/espacio que le tocó ocupar, abrazado apasionadamente  a la afirmación de que  la vida es o debería ser una constante búsqueda, y en parte porque el mes pasado le robaron su vehículo con el aire y las cuatro ventanas en cuestión (Cualquier dato sobre un Ford Torino1974 fucsia con la calcomanía: SOY FELIZ Y NO ME ESTOY DANDO CUENTA, favor escribir a info@ojodepez.com.py, gracias).

 

Luis Aguirre